martes, 4 de noviembre de 2014

Despedida

Saludos.
A partir de hoy les informamos que no habrán más publicaciones por problemas tanto escolares como personales por parte de ambos administradores.
Gracias por leer.

David y Melissa 

lunes, 27 de octubre de 2014

Síndrome de prader willi

Es una enfermedad congénita (presente desde el nacimiento) que afecta muchas partes del cuerpo. Las personas con esta afección son obesas, tienen disminución del tono muscular y de la capacidad mental, al igual que glándulas sexuales que producen pocas o ninguna hormona.
Causas

El síndrome de Prader-Willi es causado por la carencia de un gen en parte del cromosoma 15. Normalmente, cada uno de los padres transmite una copia de este cromosoma. La mayoría de las personass con este síndrome carecen del material genético en parte del cromosoma del padre. El resto de las personas con frecuencia tiene dos copias del cromosoma 15 de la madre.

Los cambios genéticos ocurren en forma aleatoria. Las personas que tienen este síndrome por lo general no tienen antecedentes familiares de la afección.
Síntomas

Los signos del síndrome de Prader-Willi pueden verse al nacer.
Los recién nacidos suelen ser pequeños y flácidos.
Los recién nacidos varones pueden tener criptorquidia.

Otros síntomas pueden abarcar:
Problemas para comer durante la lactancia que llevan a un aumento de peso deficiente
Ojos en forma de almendra
Desarrollo motor retardado
Cráneo bifrontal estrecho
Aumento rápido de peso
Estatura corta
Desarrollo mental lento
Manos y pies muy pequeños en comparación con el cuerpo del niño

Los niños presentan una ansiedad intensa por la comida y harán casi cualquier cosa por obtenerla, lo cual puede producir un aumento de peso incontrolable y obesidad mórbida. Dicha obesidad puede llevar a que se presente diabetes tipo 2, hipertensión arterial y problemas pulmonares y articulares.

Pruebas y exámenes

Hay disponibilidad de pruebas genéticas para evaluar el síndrome de Prader-Willi en los niños.

A medida que el niño crece, los exámenes de laboratorio pueden mostrar signos de obesidad mórbida, tales como:
Tolerancia anormal a la glucosa.
Nivel de hormona insulina en la sangre por encima de lo normal.
Disminución del nivel de oxígeno en la sangre.
Respuesta insuficiente al factor de liberación de hormona luteinizante.

También puede haber signos de insuficiencia cardíaca derecha, al igual que problemas de rodilla y cadera.
Tratamiento

La obesidad representa la mayor amenaza para la salud. La reducción de las calorías controlará la obesidad, pero la familia, los vecinos y las autoridades escolares deben trabajar juntos muy de cerca, ya que el niño intentará obtener alimento donde sea posible. Asimismo, el ejercicio puede incrementar la masa corporal magra en los niños con este síndrome.

La hormona del crecimiento está aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (de los Estados Unidos) para el tratamiento del síndrome de Prader-Willi. Ésta ayuda a:
Mejorar la fortaleza física y la agilidad
Mejorar la estatura
Incrementar la masa muscular magra y disminuir la grasa corporal
Mejorar la distribución del peso
Incrementar el vigor
Incrementar la densidad mineral ósea

Ha habido algunas preocupaciones de que tomar hormona del crecimiento puede llevar a que se presente apnea del sueño. Un niño que toma hormonoterapia necesita que le realicen estudios del sueño anuales para vigilarlo en busca de este tipo de apnea.

Los bajos niveles de las hormonas sexuales se pueden corregir en la pubertad mediante hormonoterapia.

tomado de:  http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001605.htm

jueves, 25 de septiembre de 2014

Síndrome de Tourette

El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico heredado con inicio en la infancia, caracterizado por múltiples tics físicos (motores) y vocales (fónicos). Estos tics característicamente aumentan y disminuyen; se pueden suprimir temporalmente, y son precedidos por un impulso premonitorio. El síndrome de Tourette se define como parte de un espectro de trastornos por tics, que incluye tics transitorios y crónicos.
El síndrome de Tourette se consideraba un raro y extraño síndrome, a menudo asociado con la exclamación de palabras obscenas o comentarios socialmente inapropiados y despectivos (coprolalia), pero este síntoma está sólo presente en una pequeña minoría de afectados. El síndrome de Tourette ya no es considerado una enfermedad rara, pero no siempre es correctamente diagnosticado porque la mayoría de los casos son leves y la severidad de los tics disminuyen en la mayoría de los niños a su paso por la adolescencia. Entre 0,4% y el 3,8% de los niños de 5 a 18 años pueden tener el síndrome de Tourette; la prevalencia de tics transitorios y crónicos en niños en edad escolar es alta, y los tics más comunes son parpadeo de ojos, toser, carraspear, olfatear y movimientos faciales. Un Tourette grave en la edad adulta es una rareza, y el síndrome de Tourette no afecta negativamente a la inteligencia o la esperanza de vida.
Por lo general, los síntomas del síndrome de Tourette se manifiestan en el individuo antes de los 18 años de edad. Puede afectar a personas de cualquier grupo étnico y de cualquier sexo, aunque los varones lo sufren unas 3 ó 4 veces más que las mujeres.
El curso natural de la enfermedad varía entre pacientes. A pesar de que los síntomas oscilan entre leves hasta muy severos, en la mayoría de los casos son moderados.

David...

domingo, 7 de septiembre de 2014

revista

a continuación les dejaremos la muestra de nuestra de nuestra revista sobre salud mental, esperamos que sea de su total agrado.



muchas gracias
melissa y david

viernes, 23 de mayo de 2014

Psicología del niño sordo


Problemas de Atención

La persona oyente, pese a estar absorto en una actividad determinada, está recibiendo, a través de la audición, información de los cambios que se producen a su alrededor (captación de fondo). La persona sorda no dispone de esta fuente de información, por esto interrumpe su actividad para controlar en forma visual el ambiente. Está pendiente de todos los estímulos que están a su alrededor, como una forma de estar en contacto con el medio. El niño sordo en clases, observa la misma conducta, y se le considera con problemas de atención, aunque como cualquier niño también los puede presentar, aunque no es lo más frecuente.
Limitación de la Experiencia

Todo niño se enriquece con lo que ocurre a su alrededor, a través del sonido, las voces, el diálogo, las conversaciones en familia, etc. Como la persona sorda se encuentra aislada en su entorno, presenta una mayor inmadurez de experiencias y cultura. Al carecer de audición no podra llegar a dominar la realidad como otro que oye.
Cierto Grado de Concretismo

El niño sordo es naturalmente observador, y le es muy díficil inferir de aquello que no es observable e implique un grado de abstracción, como el paso del tiempo. Algunos púberes con déficit auditivo, presentan un grado de inmadurez en relación a aceptar sus errores, su capacidad de analizar sus dificultades de interacción que son la base de su conducta familiar y social. Aunque esto no está implicito en todos sus procesos de abstracción, esto se relaciona sobre aquellos que se precisa una deducción de lo que no es observable.
Acentuada Afectividad

En general, el sordo presenta una acentuada afectividad, por su situación de dependencia, aislamiento, dificultad de comunicación y de relaciones sociales en que lo sitúa su falta de audición. Tiene mayor necesidad de amor, amistad, aprecio y consideración, una acentuada sensibilidad a los roces con el medio que lo rodea, es más vulnerable a las emociones, por lo que se afecta con mayor frecuencia e intensidad.
Un aspecto del sonido es su capacidad para provocar y transmitir emociones. Por medio del tono y volumen de la voz nos informamos y reconocemos el enojo y el afecto. Aprendemos que la falta de concordancia entre el tono y el contenido pueden significar sarcasmo o emociones encubiertas: el tono de la ira es diferente del que se usa para la ternura y el amor. La relación del sonido con las emociones es, sin duda, una parte importante del lazo que une al hijo con su madre. Esto es captado y aprendido desde los primeros meses de edad.
Desde el punto de vista del desarrollo emocional, la falta de audición interfiere las condiciones de proximidad, y la facultad de identificar los sentimientos claramente.
Mayor dependencia

Es en la comunicación donde queda de manifiesto su gran dependencia. El interlocutor deberá hablar más lento, situarse con la luz de frente, vocalizar bien, etc. Es por esto que dependerá de la voluntad y paciencia del que habla. Esto para algunos puede ser molesto, más aún si el que habla se dirige en un plano de superioridad.
Permanentemente la falta de comprensión del mensaje, le obliga a solicitar su repetición. En algunas ocasiones requerirá de intermediario cuando necesite hacer un llamado telefónico o atender un llamado, cuando los tonos del hablante le impiden captar en todo el sentido el mensaje.
Agresividad, Brusquedad

Se tiende a calificar al sordo como una persona agresiva, y en realidad esto es una de las tantas conductas que puede presentar el individuo, que se desarrollará en relación al mayor o menor grado de hostilidad y armonía que tenga en su entorno. En este caso, la agresividad no se refiere a agredir a otro físicamente, sino a la brusquedad en sus juegos y/o en su forma de contactarse con otras personas. La agresividad en el sordo se ve más acentuada por tener que encauzarla a través del gesto o expresión corporal, al faltarle la habilidad oral que tiene el oyente.
Su limitación en el plano de la comunicación lo llevará en múltiples situaciones, a no comprender y a no ser comprendido, produciéndole frustraciones. Por ello mostrará conductas de irritabilidad, alejamiento, agresividad. Se debe tener presente que está más expuesto a ser marginado, violado en sus derechos; por lo tanto, sometido a abusos, injusticias, burlas, etc.
Sentimiento de Inferioridad

Los aportes que entrega la audición, en especial el aspecto de comunicación oral, son valorados o sobrevalorados por la persona sorda que carece de este sentido; enfrentada al oyente, hace que desarrolle más facilmente un sentimiento de inferioridad, ya que es aquí donde se hace más evidente su dependencia para establecer una relación comunicativa. A esto, agreguemos que está expuesto, al igual que cualquiera de nosotros, a no tener una oportunidad de ser apreciado por otras habilidades que posea.
Otro aspecto que lleva a veces a desarrollar sentimientos de inferioridad, son los problemas derivados de la no captación de fondo y de la falta de señal de alerta, señaladas anteriormente.

Como he mencionado a lo largo de estas páginas la influencia del grupo familiar, fundamentalmente de los padres, en el desarrollo emocional social de un niño sordo. El tener un hijo con un déficit, cualquiera que sea, remece el grupo familiar en su estructura interna. Aceptarlo toma un tiempo de procesamiento, situación que varía de una familia a otra, de una persona a otra. Por ello es tan importante señalar la fortaleza, perseverancia que deben asentar los padres, pues ello facilitará o entorpecerá el desarrollo emocional-social del niño.

En el caso de un niño con déficit auditivo, derivada de la ansiedd que sienten los padres porque desarrolle el lenguaje oral, olvidando sus otras necesidades como niño. Quizás por ello es muy importante que ambos padres mantengan y apoyen su mutuo equilibrio emocional, porque su hijo los necesita a ambos para ir concretizando y aposentando su relación social y equilibrio emocional.

Finalmente, es importante recalcar que el sordo puede tener un comportamiento psicológico totalmente normal o tan normal como el oyente; en el mismo grado en que el oyente tiene patologías psicológicas, el sordo también las puede tener.

El desarrollo psicológico del niño con discapacidad auditiva

De manera muy resumida, se han encontrado que los niños con discapacidad auditiva tienden a mostrar déficits en las siguientes áreas:

       Problemas de lenguaje. Por ejemplo, los sujetos sordos no pueden adquirir el lenguaje oral de manera espontánea.

       Problemas de memoria. En numerosas ocasiones se ha encontrado que los niños con problemas auditivos tienen una peor memoria que los oyentes, lo que se ha relacionado con déficits en las estrategias verbales que permiten el procesamiento de la información nmónica.

      Problemas de razonamiento. Por ejemplo, algunos trabajos describen cómo las habilidades mentales piagetianas se desarrollan de manera más lenta y difícil en niños sordos.

      Peores puntuaciones en CI. Aunque los datos son poco consistentes, muchos autores señalan que los niños con discapacidad auditiva obtienen una peor puntuación en los tests de inteligencia que sus compañeros oyentes (aunque sin llegar a considerarse dentro del retraso mental).

      Problemas escolares. También son frecuentes los trabajos que muestran las dificultades de adaptación escolar de estos niños y la existencia de un peor rendimiento escolar.

      Dificultades en lecto-escritura. Dentro del ámbito escolar, la lectura y escritura se suelen ver bastante afectadas, lo que de nuevo se ha relacionado con déficits en las estrategias verbales que permiten algunas de las vías de acceso a este tipo de comportamientos.

      Comportamientos disruptivos. Como por ejemplo rabietas, tirar cosas, portarse mal, etc.

      Inadaptación y aislamiento social. En muchas ocasiones, las personas con sordera muestran problemas de adaptación social y una cierta tendencia al aislamiento, que en los niños se manifiesta fundamentalmente en ausencia de juego y en dificultades para establecer amistades dentro del grupo de iguales.

No obstante y pese a que estos problemas están bien descritos en la literatura sobre el tema, son muchos los autores que señalan que la idea de que la sordera está asociada a problemas en el desarrollo, es algo que debe tomarse con bastante precaución. 

Discapacidad auditiva

Es un déficit total o parcial en la percepción auditiva. Si se pierde esta capacidad de forma parcial se denomina hipoacusia y si se pierde por completo se llama cofosis. Además puede ser unilateral o bilateral.

Las personas que sufren esta discapacidad tendrán problemas para oir y se verá afectada su la capacidad de comunicación.

Se detecta a través de una prueba de audiometría para percibir los problemas de intensidad y frecuencia con la que se detectan los sonidos.

La discapacidad auditiva puede ser un rasgo hereditario se puede sufrir a consecuencia de un traumatismo, una enfermedad, una larga exposición al ruido o por la ingesta de medicamentos demasiados agresivos para el nervio auditivo.

Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en función de la adecuación del proceso educativo y/o rehabilitador, se encontrarán personas que realicen lectura labiofacial y que se comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje de signos (UCV).


Tomado de: http://universitarios.universia.es/