viernes, 25 de abril de 2014

Aspectos psicológicos de la ceguera

       

Cuadros comparativos en los que pueda observarse el desarrollo psicológico del niño ciego y del niño con disminución visual, en referencia a los siguientes aspecto. Evolución de la percepción: visual, auditiva, olfativa, táctil, gustativa. La evolución de la representación: imitación, lenguaje, juego. La evolución del conocimientos de sí mismo: el propio cuerpo, las partes que lo integran, los planos corporales, la ubicación de os objetos en relación con los planos de su cuerpo, desplazamientos.

El desarrollo es un proceso psicológico integrativo que deriva de la interacción del niño y su entorno.

Es un cambio que se manifiesta a través de conductas cada vez más complejas y que tiene lugar paralelamente al crecimiento determinado por el aumento del peso y la talla del niño.

Por lo general, el niño ciego, no presenta diferencias con relación al niño con vista en el crecimiento, pero sí se dan con frecuencia en el desarrollo.
En el niño ciego la evolución secuenciada se mantiene pero puede variar la duración de cada etapa.

El niño normal a través del establecimiento de una base madurativa que internaliza la percepción de sí mismo y lo diferencia de su entorno, accede a los diferentes esquemas organizativos. En el caso del niño ciego, su discapacidad modifica la regulación de sus adquisiciones dado que la visión provee la retroalimentación y al faltar todos los subsistemas deben readaptarse a esas condiciones.

Algunos estudios realizados indican que esta adecuación se realiza entre los 8 y los 30 días, y las conductas no difieren de aquellas manifestadas por el bebé normal.

Las primeras diferencias notorias en la habituación, se dan entre los 45 y 90 días, manifestándose una ausencia de control activo de los estímulos a través de mecanismos inhibitorios, trayendo como consecuencia n retraso en la adaptación al estímulo sonoro, aunque sean sonidos habituales.

El desarrollo de la motricidad en niños ciegos presentan ciertas diferencias que no constituyen una alteración, sino que son propios de la ceguera. Un ejemplo: la postura acurrucada del niño en la cuna, lo que le permite percibir la proximidad de distintas partes de su cuerpo, la ropa, etc. de esta manera construirá su espacio percibiendo los límites de su cuerpo que paulatinamente irá disociando del de su madre.

La construcción del espacio - tiempo se verán afectadas en el niño ciego, dado que las distancias existen para él en términos afectivos, vinculados a su relación con su madre primero y luego con los demás miembros de su entorno. El tiempo es una sucesión de sonidos y silencios y de sueños y vigilias.

La visión establece el primer nexo con el mundo objetivo. Al carecer de ésta los demás sentidos funcionan sin la integración perceptiva que aquella le brinda y sus experiencias serán necesariamente “intermitentes, dispersas, secuenciadas y fragmentarias”.

El oído es el único sentido que puede informar acerca de las distancias al niño ciego, pero no proporciona una información completa de la localización, la causa y el origen del mismo.

La falta de estímulo visual, limita la motivación para el desarrollo de las destrezas motrices, demorándose la adquisición de la deambulación. Los desplazamientos autónomos tienden a realizarse desde la posición sentado.

La carencia de aprendizaje imitativo de posturas, gestos y movimientos de quienes lo rodean pueden determinar cierta rigidez en su tonicidad y algunos desórdenes en la coordinación motriz y movimientos estereotipados.

Paralelamente al desarrollo motriz se produce el desarrollo cognitivo. El niño construye sus conocimientos a través de la actividad perceptiva y se amplían mediante el lenguaje. La falta de estimulación puede traer como consecuencia un desarrollo más lento de las capacidades. Scholl dice “parecería que las experiencias profundas a través de otras vías sensitivas pueden compensar en parte la falta de amplitud de la base sensorial”.

La dificultad para controlar el medio está íntimamente vinculada con la ceguera. Por lo general el niño ciego tiene tendencia al aislamiento y a la pasividad dado que el medio no sólo es menos atractivo, sino el riego que encierra el encontrar objetos que no se pueden anticipar y la desaparición de cosas y personas sin causa aparente. La necesidad de planificar los movimientos empleando su memoria, concentración e información sensorial limitada restringen la movilidad.

Estas limitaciones están potenciadas o relativizadas según la calidad del entorno que se le ofrece a sus vivencias.

El niño ciego percibe el mundo principalmente a través de sensaciones táctil kinestésicas. La información que se recibe a través del tacto en las cualidades de textura, peso, tamaño y forma que combinadas dan lugar al concepto de objeto.

La exploración táctil, juntamente con el oído integra la percepción del mundo que elabora el niño ciego. Aunque la información auditiva no permite conocer la naturaleza real del objeto, facilita su ubicación espacial.

Como esta exploración táctil para obtener la información que requiere la construcción de esquemas cognitivos es una actividad voluntaria debe ser motivada por el contacto, contrariamente a lo que ocurre con la vista y el oído, que se imponen al sujeto.

Como hemos desarrollado con anterioridad, al igual que el niño ciego las secuencias evolutivas en el niño disminuido visual siguen el mismo curso que la de los niños normales, pero la falta de visión normal evidencian un retraso en el desarrollo del funcionamiento psicomotor, como así también problemas de aprendizaje en aquellas funciones cognitivas con contenidos simbólicos y semánticos.

Estudios realizados con la misma patología y agudeza visual observaron desempeños diferentes debido a factores como la motivación, la inteligencia, la herencia y el entorno socio cultural.

Pero a pesar de que cada niño evoluciona de manera distinta, existen rasgos comunes de la discapacidad, a saber:

La información del niño con baja visión es menor en cantidad y calidad a lo del niño con visión normal, lo que influye en su capacidad para generalizar ya que no posee suficiente cantidad de imágenes correctas.

Cuanto mayor es la falta de visión, mayor es la limitación de la capacidad de imitación, lo que repercute en la adquisición de la función simbólica.

El ritmo de aprendizaje es más lento y le ocasiona mayor cansancio que al niño con visión normal.


El disminuido visual tiene que aprender a compensar el déficit perceptivo, que muchas veces es fuente de frustración y angustia, lo cual genera cierta inestabilidad emocional.

a) Evolución de la percepción: visual, auditiva, olfativa, táctil, gustativa.

1) Evolución de la percepción: visual, auditiva.

La percepción es el proceso por el cual se descubre, reconoce e interpreta la información procedente de los estímulos físicos.

Los organismos superiores captan del medio ambiente en que viven y de sí mismos diversas impresiones, que utilizan para mantener su unidad orgánica y para regular su conducta. El sistema nervioso es quién realiza esta función y las partes que se especializan en la recepción constituyen los sistemas sensoriales.

Las personas conocen su entorno a través de los procesos mentales básicos por los cuales codifican y transfieren la información, lo que les permite organizar y modificar su conducta según los datos que perciben y que integran en sistemas representativos. La relación que establecen con el mundo es a través de su cuerpo y la actividad es la base de toda adquisición intelectual.

A partir de su experiencia sensorio motriz el niño construye esquemas o mapas conceptuales que representan al mundo. Esta representación puede basarse principalmente en el sentido de la vista, el oído, el olfato y el gusto.

Toda la organización perceptiva y la conceptualización se estructurarán respondiendo al sistema sensorial.

Aspectos del desarrollo evolutivo del sistema visual.

El proceso de la percepción visual consiste en transformar energía física luminosa en representaciones internas de objetos y formas situadas en el espacio.

El sistema visual del ser humano adquiere la totalidad de sus potencialidades a través de un proceso que se desarrolla en el tiempo, comenzando en el embrión y alcanzando su madurez entre los 7 y 9 años de vida.

La primera manifestación del ojo en desarrollo aparece en el embrión de 22 días, en forma de 2 zurcos de los que emergen las vesículas ópticas.

En contacto con el ectodermo dan origen al cristalino en la 5º semana de gestación. Luego se forman las distintas capas de la retina y de ese mismo ectodermo surgen los músculos esfínter y dilatador de la pupila.

En el 3º mes, los ojos se localizan en la parte central de la cara con sus estructuras fundamentales ya delineadas.

La mayor parte de las malformaciones congénitas que se observa en el recién nacido, tienen lugar antes del 3º mes.

En la 13º semana de gestación, en el desarrollo normal, ya se detectan manifestaciones de funcionamiento visual madurativo, con capacidad de fijación.

Evolución funcional después del nacimiento:

La secuencia normal del desarrollo visual se caracteriza por la emergencia de varios esquemas fisiológicos y de conducta. Las capacidades funcionales aparecen en un orden consistente que seguirán el siguiente esquema:

A. Funciones oculo-motrices:

Estas funciones derivan del control de los músculos del ojo y de la coordinación de los demás músculos del organismo, con la visión. Son la base en lo que se conforma la capacidad perceptiva. La base anatomofisiológica de estas funciones son los 6 músculos extraoculares que movilizan el globo ocular para dirigir la mirada.

1) Fijación: es la capacidad de dirigir la mirada a un punto determinado y mantenerla en él al tiempo que se desea mediante la acción de los músculos rectos y oblicuos que movilizan el globo ocular. Esta función existe como reflejo desde el nacimiento pero con poca capacidad para el sostenimiento en el tiempo. Al mes de vida, el niño establece contacto ocular con su madre. La fijación progresa atraída por la luz, objetos brillantes y móviles hasta 2 metros de distancia. A los 3 meses fija la mirada en sus manos y en objetos pequeños a una distancia de 1 metro.

A los 5 meses, la fijación está totalmente desarrollada y bajo control voluntario.

2) Convergencia: es la habilidad para seguir un objeto móvil que se acerca al sujeto con ambos ojos. Requiere una coordinación fina de los músculos que controlan el globo ocular.

Al mes comienza la función desde una distancia de 12 cm., a los 3 meses ha progresado hasta los 7 cm., para la exploración de las manos en la línea media.

Entre los 7 y 8 meses la convergencia es consistente y bien coordinada. Al año esta función está bien establecida.

3) Enfoque o acomodación: es la capacidad de lograr una imagen nítida del objeto sobre la retina, ajustando la curvatura del cristalino a la distancia, mediante los músculos ciliares. Comienza a manifestarse a los 3 meses dentro de los límites de 10 a 50 cm. A los 9 meses alcanza un radio no mayor a 6 metros. A los 9 meses comienza a surgir la acomodación a distancias mayores que sólo adquiere buena focalización a los 2 años. Esta función queda totalmente adquirida a los 3 años.

4) Seguimiento: es la capacidad de mantener la vista fija en un objeto en movimiento, acompañando sus movimientos con movimiento del ojo. Surge entre la 1º y 2º semana de vida a un metro de distancia (luces u objetos grandes). Entre el 1º y 3º mes sigue personas o luces en la línea media y luego en correlaciones simétricas a ambos lados.

A los 6 meses se combina el movimiento de cabeza con los ojos para hacer el seguimiento.

Entre los 7 y 11 meses hace seguimiento vertical que estará desarrollado totalmente a los 18 meses.

5) Rastreo: es la exploración del espacio en búsqueda de objetos.

Requiere la coordinación de los músculos del globo ocular y del cuello para dirigir la cabeza.

A los 2 meses hace movimientos verticales de rastreo pero recién a los 6 meses estos movimientos tienen intencionalidad de exploración del espacio cercano. La exploración del espacio lejano se verifica recién a los 2 años.

6) Coordinación viso – motriz: es el control de la realización de movimientos del cuerpo en relación a lo que se observa. Base de la formación del esquema corporal y de la reconstrucción mental del espacio. Comienza a los 3 meses de vida con la exploración de la mano. Luego alterna entre la mano y un objeto y a los 6 meses logra la coordinación primaria ojo – mano.

Hasta los 9 meses perfecciona la habilidad. A los 11 meses el desarrollo visomotor involucra movimientos coordinados de ambas manos.

A los 18 meses puede hacer garabatos.

A los 2 y 3 años puede hacer movimientos imitativos.

A los 4 años esta coordinación está afianzada y le permite pintar, amasar, etc.

A los 6 años la manipulación fina está bastante desarrollada y favorece el uso de algunas herramientas.

A los 7 años se define el ojo y la mano dominante.

B) Funciones sensitivas:

Son aquellas que se relacionan con la recepción de estímulos visuales y derivan de la actividad de la retina. Ésta está formada en su parte central, “mácula”, por células llamadas conos; y en cuyo centro existe una depresión llamada fóvea.

Otras células como los bastones se agrupan en la periferia de la retina. Los axones de ambas células constituyen el nervio óptico, que se dirigen al lóbulo occipital del cerebro.

Estas células tienen la función de transformar la energía lumínica en energía nerviosa, que conducida al cerebro puede ser interpretada como imágenes visuales.

a) Luz: La luz es el único estímulo visual al que el recién nacido presta atención. Entre los 2 y 3 meses se observa un desarrollo macular que permite una eficiencia perceptiva lumínica diurna y nocturna.

b) Fusión: Habilidad que permite percibir una imagen única de las imágenes captadas por cada uno de los ojos y que se funden en una sola. En los primeros días de vida la visión es monocular. Al mes comienza la coordinación binocular que progresa rápidamente. Esta función está totalmente completa a los 3 años.

c) Contraste: capacidad de distinguir diferencias en el brillo de superficies adyacentes. Al nacimiento la capacidad es muy baja pero rápidamente va mejorando hasta el año, en el que la sensibilidad al contraste es buena a corta distancia.

d) Color: es la captación de la longitud de onda que reflecta el objeto, a través de las células de la retina mediante un proceso químico de transformación de los pigmentos fotosensibles que se encuentran en dichas células.

Algunas experiencias demuestran que en los 3 meses el bebé discrimina ondas lumínicas del blanco , negro, rojo, amarillo y naranja.

La posibilidad de reconocer y nombrar un color se da entre los 4 y 5 años.

e) Agudeza visual: es la capacidad de distinguir 2 puntos próximos como entidades separadas.

Los niños pequeños y los afectados por déficits múltiples no son capaces de responder a las pruebas ordinarias de agudeza visual.

f) Campo visual: es el área del espacio físico visible cuando el cuerpo, la cabeza y los ojos están fijos en un punto.

La evolución madurativa se estima en:

2 a 3 meses----------------60º------------------0,90 a 2 m.

6 meses-------------------180º------------------5 m.


Tomado de: http://ideasapiens.blogsmedia.com/psicologia/cognitiva/aspectos%20-_psic._%20ceguera.htm

martes, 22 de abril de 2014

Discapacidad visual



se define con base en la agudeza visual de la vista del ojo y el campo visual. Se habla de discapacidad visual del ojo cuando existe una disminución significativa de la agudeza visual del ojo aun con el uso de lentes, o bien, una disminución significativa del campo visual del ojo.

La discapacidad visual puede originarse por un inadecuado desarrollo de los órganos visuales o por padecimientos o accidentes que afecten los ojos, las vías visuales o el cerebro. El inadecuado desarrollo en la gestación da como resultado esta discapacidad, Así mismo podemos agregar aquella discapacidad que se gesta a partir de una enfermedad que provoca esa disminución de la visión, como son:

Cataratas Glaucoma Diabetes Tracoma Ausencia de Vitamina A

La dificultad que presentan algunas personas para participar en actividades propias de la vida cotidiana, que surge como consecuencia de la interacción entre una dificultad específica relacionada con una disminución o pérdida de las funciones visuales y las barreras presentes en el contexto en que desenvuelve la persona.

Respecto de las barreras, éstas son de diverso tipo, entre las más frecuentes se pueden señalar:

Ausencia de señales auditivas que reemplacen la información visual. Por ejemplo, si los semáforos no cuentan con señales auditivas, la persona cuyo remanente visual no le permita discriminar las luces, presentará mayores dificultades para cruzar las calles, situación que la hará más dependiente.

Ausencia de literatura en Braille o audio en las bibliotecas públicas. Por ejemplo, si una persona que presente ceguera o baja visión asiste a una biblioteca en busca de información, entretención o cultura y no encuentra textos adaptados en dicho lugar, verá disminuidas sus posibilidades de integración y crecimiento personal.

Ausencia de sistemas de escritura alternativos. Por ejemplo, si los textos escolares no se encuentran adaptados al sistema Braille niñas y niños que presentan ceguera no tendrán acceso a los aprendizajes en igualdad de condiciones, dificultándose a su vez su participación en clases e interacción con sus compañeros y compañeras.

Como se aprecia en esta definición, la discapacidad visual, no depende únicamente de las características físicas o biológicas del niño o niña, sino que se trata más bien de una condición que emerge producto de la interacción de esta dificultad con un contexto ambiental desfavorable.

Gracias por leer.

domingo, 13 de abril de 2014

Perfil psicológico: síndrome de Down



Hoy veremos el perfil psicológico de las personas con síndrome de Down.



Las personas con síndrome de Down desarrollan casi por completo su personalidad y su temperamento a los 12 años. Por lo tanto, los profesionales y familiares que tratan con estas personas deben tener en cuenta esta edad para influir positivamente en el período de tiempo más oportuno, buscando aumentar todas las capacidades y habilidades del niño, al mismo tiempo que se esta tratando de eliminar o reducir aquellos aspectos que puedan resultar ser un problema o les puedan ocasionar dificultades en su vida.


Los niños con síndrome de Down suelen presentar problemas de atención, a causa de alteraciones cerebrales y otras dificultades como:

-Dificultades para fijar la mirada.

-Dificultades de percepción o discriminación auditivas.

-Problemas de memoria auditiva secuencial.

-Cansancio físico.


La capacidad de atención es la base del aprendizaje, adquisiciones y progresos posteriores; por esto se debe entrenar esta capacidad y realizar actividades que ayuden a mantenerla y mejorarla. Para esto la infancia y edad preescolar son buenos momentos para ello. Realizando dichos ejercicios se pueden obtener beneficios como:


-Escuchar a los demás.

-Respetar el turno o momento para intervenir.

-Adoptar conductas que luego se exigirán en el aula.

-Mejorar su lenguaje.

-Fomentar las relaciones interpersonales.


es todo por hoy. Gracias por leer.

viernes, 4 de abril de 2014

Síndrome de Down

Algunos de las mayores causas de discapacidad hoy en día es el síndrome de down y hoy trataremos esta enfermedad.

Este síndrome es un trastorno genético causado por la existencia de una copia del cromosoma 21, en vez de los dos habituales, por ello también es llamada trisomía del par 21. Se caracteriza principalmente por la presencia de un grado variable de discapacidad cognitiva y unos rasgos físicos y faciales peculiares que le dan un aspecto reconocible.

Por  el momento dejaremos ahí.
Gracias por leer.